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Una de las razones para el cambio de residencia puede ser la oferta educativa que sí se puede encontrar en Madrid, pero que está ausente en los archipiélagos. Este es el caso de Brian.
Una parte de los ciudadanos residentes en Canarias y Baleares, se mueven a la península para comenzar la Universidad. De los 86.281 canarios que cambiaron de CC.AA. en 2014, 4.621 acabaron en Madrid, siendo Brian uno de ellos (fuente: INE). La relación entre migrantes interiores y aquellos que acaban en Madrid se ha mantenido bastante estable a lo largo del siglo XXI, con un estancamiento en el ascenso progresivo de ambas tendencias a partir de la crisis económica de 2008. En 2019, 4.755 de los 90.236 canarios que cambiaron su ciudad por otra en la Península llegaron a Madrid, cifras muy parecidas a las del año de Brian.
Brian habla de cómo le impresionó el ritmo de vida en la ciudad, suponiendo para él un cambio importante, aun viniendo – comenta – de una ciudad de gran tamaño como Gran Canaria. A pesar de esto, se acostumbró con el tiempo, “ahora me faltan cosas cuando voy a otro sitio, digamos … menos activo”, comenta.
“La salida de la Universidad fue y sigue siendo bastante dura” comenta el palmense. Y es que entre los años 2008 y 2015 se destruyeron 12.200 empleos pertenecientes a medios de comunicación en España (fuente: Asociación de la Prensa de Madrid). Con la crisis económica muchos medios cerraron, y los que continuaron funcionando despidieron a parte de sus plantillas, alcanzando en 2012 un máximo de 27.443 profesionales desempleados, 7.891 de ellos solo en Madrid. En los años posteriores las cifras se suavizaron de forma notable a partir del año siguiente, aunque la cantidad de comunicadores parados todavía se mantiene en niveles similares a 2009, con la crisis ya empezada.
Madrid cuenta con una gran concentración de medios de comunicación y de demanda laboral en el sector, pero también con un paro proporcionalmente muy grande. Brian no se limita a opinar sobre periodismo, “la juventud ahora mismo, por mucho que tenga un grado y dos másteres, tiene complicado acceder a cualquier trabajo”, - opina -. Señala la hostelería, el trabajo en tienda y el sector servicios en general como empleos más accesibles para los jóvenes en la capital.
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Encontrar una vivienda para un estudiante recién llegado a Madrid no es tarea sencilla. Poder costearla lo es aún menos. Y mantenerla en el tiempo, es caso a parte (o eso debe pensar Brian, que en sus siete años en Madrid ha cambiado de piso al final de cada curso). Moncloa, Tetuán o Noviciado son zonas donde ha residido, todas en el interior de la ciudad de Madrid, con distinta fama, pero ninguna barata. El precio medio de los alquileres en la ciudad subió de 11,2 a 16,1 €/m² de 2013 a 2019, y, aunque en 2021 haya experimentado una importante bajada de nuevo, se tratan de costes difíciles de asumir para los jóvenes (fuente: Idealista).
El salario medio en Madrid en el año 2019 es de 2.172€ al mes (fuente: INE). Esta cantidad incluye tanto a las personas empleadas en labores de limpieza como altos cargos de empresas, por lo que no es una cifra definitoria. No obstante, sí es interesante la evolución de su tendencia, que no obedece al impacto de la crisis ni guarda relación directa (más bien inversa) con la subida de los alquileres. En base a su experiencia, Brian cuenta que, compartiendo piso con otras dos personas, le ha resultado complicado encontrar inmuebles de 70-80 m² por menos de 1.200€.
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Madrid tiene un gran atractivo para los estudiantes jóvenes que buscan formarse y salir al mercado laboral, pero también cuenta con una serie de dificultades para conseguirlo. Por el momento, Brian no quiere pensar en dejar la ciudad porque lo consideraría “rendirse con un proyecto”. Volver a Canarias no es una opción, pero en un contexto de pandemia y con las dificultades actuales para conseguir residencia en Reino Unido, salir al extranjero también parece más complejo que antaño.
Tras acabar la carrera y no vislumbrar futuro cercano al periodismo, “reciclarse” en sectores con una mayor demanda laboral puede suponer una solución. Sin mejores perspectivas en otras ciudades, el joven trata de apostar por mejorar su situación con unos nuevos estudios que le abran puertas y le permitan mantenerse en la ciudad.
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